SOMOS TU VOZ
Querida compañera Paqui, se nos ha quebrado el alma, porque no entendemos tu partida.
Nuestros corazones, rotos en mil pedazos, no comprenden como una persona como tú, luchadora, alegre, entregada a su familia, enamorada de su Coro Santa María, parte hacia la casa del Padre de esta forma tan repentina, con todo lo que nos queda por cantar juntos.
Tu voz, la que físicamente se apaga, quedará para siempre en nuestra memoria musical, pero tu alma, esa que canta sin parar irradiando luz, alegría y confianza, esa querida amiga, esa nunca se apagará.
Porque te tendremos siempre con nosotros, en cada ensayo, en cada actuación y en cada momento especial de tu querida familia musical.
Llegaste, feliz, una fría tarde de enero, y te nos marchas sin que hayamos podido desgastar las cientos y cientos de partituras como el “Cantique” que tanto disfrutabas al cantar, o la estremecedora canción “O love” que tanto te gustaba.
No tenemos la menor duda que allá donde ahora te encuentras estarás sonriente escuchando a tu Coro, irradiando esa felicidad que tanto nos has contagiado desde el primer día.
Cuídanos desde allí, tu Coro te quiere, te echa mucho de menos y nunca te olvidará.
Nos despedimos de ti con una de las frases de la obra “O love”:
“…𝑚𝑖 𝑐𝑜𝑟𝑎𝑧𝑜́𝑛 𝑟𝑒𝑠𝑡𝑎𝑢𝑟𝑎 𝑠𝑢 𝑟𝑎𝑦𝑜 𝑝𝑟𝑒𝑠𝑡𝑎𝑑𝑜, 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑙𝑎𝑛𝑑𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑡𝑢 𝑠𝑜𝑙 𝑠𝑢 𝑑𝑖́𝑎 𝑠𝑒𝑎 𝑚𝑎́𝑠 𝑏𝑟𝑖𝑙𝑙𝑎𝑛𝑡𝑒, 𝑚𝑎́𝑠 ℎ𝑒𝑟𝑚𝑜𝑠𝑜…”
(…my heart restores its borrowed ray, That in Thy sunshine’s blaze its day may brighter, fairer be…)
𝙃𝘼𝙎𝙏𝘼 𝙎𝙄𝙀𝙈𝙋𝙍𝙀, 𝙋𝘼𝙌𝙐𝙄
