EN MEMORIA DE TODAS LAS VÍCTIMAS
“Recuerde el alma dormida avive el seso y despierte contemplando cómo se pasa la vida cómo se viene la muerte, tan callando…”
Así comienzan las “Coplas por la muerte de su Padre” de Jorge Manrique, escritas en 1476, que 540 años después toman sentido en los tiempos que nos ha tocado vivir.
Nuestra bandera ondea a media asta, nuestras voces, calladas desde el 13 de marzo, siguen llorando las casi 30.000 víctimas que la pandemia del Covid-19 se ha llevado por delante.
No somos ajenos a la realidad que nos ha tocado vivir, ni sentimos que estas muertes no hayan podido evitarse. Por ello, nuestra asociación secunda el luto oficial y mantendrá su crespón negro en señal de respeto.
Faltarán muchos amigos, faltarán muchos cantores/as en los Coros, pero no habrá horas, ni días en los que los recordemos a través de nuestras voces, aunque hoy calladas en la intimidad del hogar, volverán a sonar con más fuerza que nunca.
LUX ETERNAM, LUCEAT EIS.